Los ácidos grasos omega-3 (ω-3) son ácidos grasos poliinsaturados que han sido estudiados por su potencial en modulación de la inflamación, protección de tejidos, y mejora de calidad de vida en pacientes con cáncer. Entre ellos, los más relevantes son el ácido docosahexaenoico (DHA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido alfa-linolénico (ALA). A continuación, se explora su función, beneficios potenciales y riesgos asociados.
Compuestos: DHA, EPA y ALA — funciones en el organismo
- ALA (ácido alfa-linolénico) es un ω-3 de cadena corta (18 carbonos). Se encuentra en fuentes vegetales (linaza, chía, nueces). El ser humano lo puede convertir parcialmente en EPA y DHA mediante enzimas de elongación y desaturación, pero la conversión es muy limitada.
- EPA (ácido eicosapentaenoico) es de cadena larga (20 carbonos). Tiene acción potente antiinflamatoria, dado que compite con los ácidos omega-6 en la síntesis de eicosanoides proinflamatorios, modula citocinas, y favorece mediadores de resolución de inflamación.
- DHA (ácido docosahexaenoico) es de cadena larga (22 carbonos). Es estructural en membranas neuronales, cerebrales, retina, piel. Participa en formación de mediadores proresolutivos (protectinas, neuroprotectinas), así como en mantenimiento de las barreras celulares y funciones cognitivas.
Roles en pacientes con cáncer
Antiinflamatorio
- Los suplementos con EPA/DHA han mostrado reducción de niveles de citocinas inflamatorias como IL-6, TNF-α, IL-1β, con efectos contra la caquexia (desgaste muscular, pérdida de peso) y lipólisis excesiva. PMC+2PMC+2
- También se ha observado que estos ácidos grasos favorecen la generación de mediadores especializados en resolución de la inflamación (resolvinas, maresinas, protectinas) que ayudan a cerrar (“resolver”) los procesos inflamatorios sin dañar tejido. PMC+2PMC+2
Cerebral / neurológico
- DHA es componente clave de membranas neuronales. Contribuye al mantenimiento de la integridad sináptica, plasticidad, y funciones cognitivas. En contextos de cáncer, puede ayudar a mitigar el daño cerebral indirecto por inflamación sistémica u oxidativa.
- EPA también tiene efectos moduladores sobre la neuroinflamación, pudiendo ayudar en síntomas neurológicos tales como neuropatía inducida por quimioterapia. BioMed Central+2MDPI+2
Cuidado de piel y mucosas
- La piel y las mucosas son barreras físicas que sufren efectos secundarios del cáncer (radioterapia, quimioterapia, déficit nutricional). Los omega-3, sobre todo EPA y DHA, ayudan a mantener la integridad de membranas celulares de la piel, reducen la inflamación cutánea y favorecen la curación de heridas. MDPI+1
- Además, ALA puede contribuir indirectamente, al servir de precursor aunque con baja eficiencia. La proporción entre ω-6 y ω-3 es importante para evitar inflamación cutánea persistente. PMC+1
Evidencia clínica y limitaciones
- Revisiones sistemáticas muestran que la suplementación con omega-3 en pacientes con caquexia por cáncer puede mejorar masa magra y peso corporal, aunque los resultados no son consistentes en todos los estudios. PMC+1
- En cáncer colorrectal, algunos ensayos sugieren que la suplementación puede disminuir complicaciones infecciosas y no infecciosas durante terapias adyuvantes, y disminuir TNF-α en nutrición parenteral. Pero otras intervenciones no muestran efectos significativos en marcador CRP, IL-1β o calidad de vida. Frontiers+2PMC+2
Riesgos y precauciones
Aunque los omega-3 tienen muchos beneficios potenciales, también existen riesgos, especialmente si se usan sin supervisión médica. Aquí están los principales:
- Riesgo de sangrado: dosis altas de EPA purificado parecen aumentar ligeramente el riesgo de eventos hemorrágicos, aunque el riesgo absoluto suele ser bajo. PubMed+1
- Interacciones con medicamentos: anticoagulantes, antiagregantes plaquetarios, glucocorticoides, etc., pueden potenciarse el efecto anticoagulante de los omega-3. Memorial Sloan Kettering Cancer Center+1
- Efectos sobre la cicatrización de heridas: en modelos animales, la suplementación con EPA-rica puede retrasar la curación de heridas cutáneas, lo que en pacientes sometidos a cirugía u otros procedimientos puede ser clínicamente relevante. Nature
- Variabilidad de dosis, pureza y fuente: los suplementos no siempre tienen la concentración declarada, pueden estar contaminados, y la relación ω-6/ω-3 o la proporción entre EPA vs DHA importa.
- Efectos adversos digestivos: náuseas, diarreas, sabor a pescado, etc. Siempre menos graves pero molestos si la ingesta es alta.
En pacientes con cáncer, los omega-3 (EPA, DHA, y en menor medida ALA) tienen un papel prometedor en reducir inflamación sistémica, proteger funciones cerebrales, conservar piel y mucosas, mejorar la calidad de vida. Sin embargo, los efectos clínicos no están garantizados para todos los cánceres ni en todas las fases. Siempre debe considerarse la suplementación bajo supervisión médica, evaluando dosis, interacción con tratamientos, estado nutricional, etc.
Estudios de refeencia
Freitas, R. D. S., Campos, M. M. (2019). Protective Effects of Omega-3 Fatty Acids in Cancer: Mechanisms and Clinical Evidence. Nutrients, 11(5), 945. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6566772/
de Castro, G. S., Calder, P. C., et al. (2022). Omega-3 Fatty Acid Supplementation and Its Impact on Body Weight and Inflammatory Markers in Patients with Cancer Cachexia: A Systematic Review and Meta-analysis. Frontiers in Nutrition, 9, 824937. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8841833/
Tojjari, A., et al. (2023). Anti-Inflammatory and Immune Properties of Omega-3 Fatty Acids in Colorectal Cancer. Cancers, 15(17), 4294. https://www.mdpi.com/2072-6694/15/17/4294
Javaid, M., et al. (2024). Bleeding Risk in Patients Receiving Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Clinical Trials. Journal of the American Heart Association, 13(9), e033438. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38742535/
Watson, A. E., et al. (2025). The Influences of Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids on Skin Cancers. Nutrients, 17(11), 1891. https://www.mdpi.com/2072-6643/17/11/1891