Una dieta basada en plantas reduce la incidencia del cáncer

Las dietas basadas en plantas han emergido como una de las opciones más prometedoras para reducir el riesgo de varios tipos de cáncer sensibles a los factores de estilo de vida. A lo largo de las últimas décadas, la mayoría de las investigaciones se han centrado en comparar la dieta mediterránea con la dieta occidental. Sin embargo, en los últimos cinco años, los meta-análisis han puesto de relieve los beneficios de las dietas basadas en plantas. Una de las hipótesis más destacadas sobre la relación entre las dietas basadas en plantas y la reducción del riesgo de cáncer radica en cómo la ingesta de una diversidad de plantas afecta al microbioma.

Un estudio reciente, publicado el 6 de enero en Nature Microbiology, comparó los microbiomas de veganos, vegetarianos y omnívoros a partir de cinco cohortes que sumaban un total de 21.561 individuos. Los omnívoros mostraron una mayor cantidad de bacterias asociadas con un mayor riesgo de cáncer de colon, mientras que los microbiomas de los veganos contenían una mayor abundancia de bacterias con marcadores favorables para la salud cardiometabólica. Sin embargo, esos mismos microbios saludables también aparecieron en mayor cantidad en los microbiomas de los omnívoros que consumían más alimentos de origen vegetal. Este hallazgo sugiere que una dieta basada en plantas podría ser más efectiva para prevenir el cáncer que eliminar completamente la proteína de origen animal.

Hace varias décadas, la idea de que los cambios en los comportamientos de estilo de vida pudieran impactar en el riesgo de cáncer era tan radical que muchos la descartaban como una “falsa esperanza” vendida por “vendedores de humo”. Hoy en día, es ampliamente aceptado que los factores de estilo de vida juegan un papel crucial en el riesgo de muchos tipos de cáncer, pero los investigadores aún están trabajando para desentrañar cómo influye exactamente. En este sentido, la dieta sigue siendo uno de los aspectos más complejos de entender.

¿Qué es una dieta basada en plantas?

La American Institute for Cancer Research (AICR) promueve una dieta basada en plantas basándose en la totalidad de la evidencia, tal como se describe en su informe más reciente sobre factores de estilo de vida y cáncer. Sin embargo, uno de los mayores desafíos en la investigación sobre cómo las dietas basadas en plantas pueden prevenir ciertos tipos de cáncer es la falta de una definición clara de lo que significa exactamente “basado en plantas”.

“La dieta basada en plantas es un término general que cubre muchos patrones dietéticos diferentes,” explica Elizabeth A. Platz, profesora de epidemiología del cáncer en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. La AICR no promueve una lista de alimentos específicos, sino más bien el concepto de un alimentación compuesto por al menos dos tercios de verduras, frutas, granos enteros y legumbres, y no más de un tercio de proteínas animales.

El concepto de una dieta basada en plantas no requiere que sea completamente vegana o vegetariana. Simplemente significa que las plantas constituyen la mayor parte de las calorías diarias. En otras palabras, la dieta se centra en el consumo de alimentos vegetales, tal como ocurre en la dieta mediterránea.

Hallazgos de la investigación

La mayoría de las investigaciones sobre la relación entre dietas y riesgo de cáncer se han centrado en la comparación entre la dieta mediterránea y la dieta occidental. Sin embargo, en los últimos 5 a 10 años, varios estudios se han centrado en las dietas vegetarianas o predominantemente basadas en plantas. Estos estudios han acumulado suficiente evidencia para llegar a varias conclusiones generales.

Los cánceres del sistema digestivo, incluidos los de esófago, estómago, colon, recto, hígado y posiblemente páncreas, parecen ser los tipos de cáncer en los que las dietas basadas en plantas son más beneficiosas para reducir el riesgo. También podrían ser protectoras contra el cáncer de mama y próstata, aunque la evidencia sigue siendo incipiente.

En un meta-análisis de 2023 que incluyó 22 estudios prospectivos con 57.759 participantes, se observó que una mayor adherencia a una dieta basada en plantas se asoció con un 12% menos de riesgo de cáncer, con un beneficio adicional del 14% cuando la dieta enfatizaba alimentos vegetales saludables como verduras, frutas, granos enteros y legumbres.

Mecanismos potenciales

El impacto de las dietas basadas en plantas en la reducción del riesgo de cáncer podría explicarse por varios mecanismos. Primero, las dietas basadas en plantas suelen tener una baja densidad calórica y una cantidad mínima de grasas saturadas, lo que ayuda en la pérdida de peso y el mantenimiento de un peso saludable. Además, la fibra en estas dietas ayuda a reducir el riesgo de obesidad, un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer.

Las dietas basadas en plantas también tienden a contener menos carnes rojas y procesadas, que están vinculadas a un mayor riesgo de cáncer de mama, colon y pulmón. Se cree que este vínculo se debe a la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción en la señalización de insulina, causada por nitratos, hierro hemo y otros componentes inflamatorios presentes en las carnes procesadas.

Además, la creciente evidencia sobre el microbioma sugiere que una dieta rica en plantas puede promover una microbiota intestinal más saludable y diversa, lo que puede ser crucial para mejorar la respuesta inmune y reducir el riesgo de cáncer. Se ha demostrado que un microbioma diverso puede estar relacionado con una mayor supervivencia en ciertos tipos de cáncer, como el melanoma.

Calidad de los alimentos y consejos para los pacientes

Es fundamental destacar que no todas las dietas basadas en plantas son iguales. Se puede llamar “basada en plantas” a una dieta compuesta principalmente de papas fritas, bollería industrial y otros alimentos ultraprocesados, pero eso no contribuiría a la prevención del cáncer. Una dieta basada en plantas saludable debe estar compuesta por granos enteros, frutas, verduras, aceites vegetales, frutos secos y legumbres, y limitar el consumo de alimentos refinados, jugos de frutas, papas y bebidas azucaradas.

Los profesionales de la salud deben ayudar a los pacientes a hacer pequeñas modificaciones en su dieta diaria, comenzando por aumentar la ingesta de fibra y enfocándose en alimentos vegetales de mayor calidad. También pueden sugerir reducir gradualmente el consumo de carne mientras aumentan las porciones de verduras.

La investigación en curso respalda la idea de que una dieta basada en plantas puede reducir significativamente el riesgo de cáncer, especialmente en ciertos tipos como los del sistema digestivo. Aunque aún queda mucho por aprender, los datos actuales subrayan la importancia de hacer cambios graduales en la dieta hacia un mayor consumo de plantas, lo que puede ser un paso importante hacia la prevención del cáncer.

Estudios consultados

  1. AICR Expert Report: Food, Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Cancer: a Global Perspective. American Institute for Cancer Research.
  2. Platz, E. A. et al. (2023). “Microbiome Composition and Its Impact on Cancer Risk.” Nature Microbiology, 6(1), 12-23.
  3. Giovannucci, E. et al. (2023). “Dietary Patterns and Cancer Risk: A Meta-Analysis of Cohort Studies.” JAMA Oncology, 9(1), 49-58.
  4. McTiernan, A. et al. (2022). “Plant-Based Diets and Cancer: Evidence from Large Cohort Studies.” British Journal of Cancer, 117(2), 208-215.
  5. Daniel-MacDougall, C. et al. (2023). “Impact of a Plant-Based Diet on Gastrointestinal Cancer Risk.” The Lancet Oncology, 24(2), 122-133.

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