Durante años, diversos estudios preclínicos y observacionales han apuntado a que el ejercicio físico podría mejorar los resultados clínicos en pacientes oncológicos. Sin embargo, hasta ahora, faltaban estudios con evidencia de nivel 1 —es decir, ensayos clínicos aleatorizados— que confirmaran esta hipótesis en poblaciones bien definidas. Un reciente estudio fase 3, multicéntrico y aleatorizado, publicado con el respaldo de la Canadian Cancer Society, ofrece resultados prometedores que fortalecen el papel del ejercicio como intervención terapéutica complementaria en el cáncer de colon.
Diseño del estudio
El ensayo, denominado CHALLENGE (NCT00819208), se desarrolló entre 2009 y 2024 en 55 centros, e incluyó a 889 pacientes con cáncer de colon resecado que habían completado quimioterapia adyuvante. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos:
- Un grupo de ejercicio físico estructurado, que siguió un programa durante 3 años.
- Un grupo de educación sanitaria, que recibió materiales informativos sobre salud, sin intervención activa de ejercicio.
El objetivo principal del estudio fue evaluar la supervivencia libre de enfermedad (DFS, por sus siglas en inglés). También se valoraron la supervivencia global (OS) y los efectos adversos asociados.
Resultados principales
Con un seguimiento medio de 7,9 años, los resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos:
- Supervivencia libre de enfermedad a 5 años:
- Grupo de ejercicio: 80,3%
- Grupo de educación sanitaria: 73,9%
- Diferencia: +6,4 puntos porcentuales (IC 95%: 0,6 a 12,2; p = 0,02)
- Supervivencia global a 8 años:
- Grupo de ejercicio: 90,3%
- Grupo de educación sanitaria: 83,2%
- Diferencia: +7,1 puntos porcentuales (IC 95%: 1,8 a 12,3)
- Hazard ratio para recurrencia, nuevo cáncer primario o muerte: 0,72 (IC 95%: 0,55–0,94)
- Hazard ratio para muerte por cualquier causa: 0,63 (IC 95%: 0,43–0,94)
Estos resultados indican que el ejercicio regular y supervisado no solo retrasa la recaída de la enfermedad, sino que también podría prolongar la vida de los pacientes con cáncer de colon tras el tratamiento estándar.
Consideraciones sobre la seguridad
Es importante señalar que el grupo de ejercicio reportó una mayor incidencia de efectos adversos musculoesqueléticos (18,5% frente a 11,5%), lo cual sugiere que la implementación de programas de ejercicio en esta población debe estar cuidadosamente monitorizada y adaptada a las capacidades físicas de cada paciente.
Este ensayo clínico proporciona evidencia robusta de que un programa de ejercicio físico estructurado, iniciado poco después de finalizar la quimioterapia adyuvante, mejora la supervivencia libre de enfermedad y sugiere un beneficio en supervivencia global en pacientes con cáncer de colon. Estos hallazgos respaldan la inclusión del ejercicio como parte integral del abordaje terapéutico oncológico, especialmente en contextos de medicina integrativa y prevención secundaria.
Referencia del estudio:
CHALLENGE Trial. ClinicalTrials.gov Identifier: NCT00819208. Financiado por la Canadian Cancer Society. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2502760